21 septiembre 2009

¡Así, NO!

Los medios santafesinos llamativamente no la mencionan, tal vez porque la victoria de Colón nubló los comentarios negativos sobre lo que debió ser una fiesta futbolera. Sin embargo el ojo acusador del periodismo porteño enseguida se hizo eco de la agresión sufrida por el jugador Jorge Núñez de Chacarita Juniors, para nada justificada y desde ya repudiada.

La TV mostraba a dos chiquitos de no más de diez años, supuestamente los autores de la agresión, sonriendo. Sinceramente esperaba que el padre o la madre de los “nenes” les descerrajaran un buen cachetazo corrector, como en su momento hace tiempo ya, un plateísta le dio al agresor de un árbitro asistente, entregándolo a la policía. No, el nenito se reía feliz y no dudo que más de uno lo haya felicitado. A eso sumemos los inadaptados que desde el mismo sector insultaban y escupían al agredido como rematando al enemigo vencido. ¡Por favor! Esto es lo qué queremos mostrar, qué somos una hinchada violenta, inhumana y ordinaria. Así pretendemos ser tenidos en cuenta por los entes que rigen el fútbol nacional y continental, para organizar espectáculos oficiales.
¿Qué nos está pasando como sociedad, los mayores qué hacían, dónde está el ejemplo del adulto corrector? Al contrario, todo el mundo entorno a los nenitos se mofaban de lo ocurrido.
Me gustaría citar al periodista Julio Marini, que en el artículo titulado La violencia sin edad dice: “Es que el fútbol, como cada actividad de la vida en esta sociedad, continuamente da malos ejemplos. Los peores para los grandes y más aún para los chicos. La pasión se disfraza más que nunca de violencia. La verdad, sería interesante meterse en la casa de esos pibes, no para derribar la puerta, sino para tener una larga charla con los padres. Para saber hacía donde miraron muchos años, para no ver que pasaba con sus chiquitos. O para comprobar que quizás son ellos los mejores espejos donde se miraron sus hijos y eligieron copiarlos”. Cuanta verdad.
La sociedad entera y en particular aquella que asiste a un espectáculo deportivo, deberían tener muy presentes cuál es el objeto de una gesta deportiva que otrora enfrentaba a caballeros. Para Confucio ser noble vale más que la vida misma porque implica un sentimiento de humanidad hacia los demás y de respeto por uno mismo, que es lo que hace posible la convivencia. La persona debe ser educada para hacer frente a cualquier eventualidad, ni el éxito se le subirá a la cabeza ni se amargará ante la adversidad, y el cambio de una sociedad se puede lograr, si empieza en el interior de nosotros mismos.
La escena del lateral y del niñito arrojando el proyectil a otro ser humano me gira en la cabeza, asusta, preocupa, genera impotencia y finalmente hunde a cualquier persona razonable en una pena que parece no tener límite. Por eso entre todos deberíamos decir ¡Así, NO!


Imprimir

0 comentarios:

 

Clickea AQUÍ para visitar el DICCIONARIO SABALERO. La información más detallada de la web, acerca de todos los jugadores que vistieron la casaca sangre y luto.