A pesar de haber quedado prácticamente olvidado entre las numerosas páginas que acumulan los recuerdos de la gloriosa historia sabalera, Francisco Ghiano puede ser considerado, sin temor a equivocarse, como uno de los más salientes dirigentes de la historia del Club. Al ahondar la investigación en la historia del Club Atlético Colón, se hace más que evidente que es obligatorio encaramar a Ghiano como un ejemplo del presidente ideal en lo institucional y deportivo. Y es deber de todo colonista o de quien se precie de serlo, de evocarlo como “El” presidente de Colón.
Francisco Ghiano fue un revolucionario en la vida institucional del club. Llegó proveniente de Rosario por razones laborales, ya que era Jefe de la Policía Caminera de la Provincia y se afincó en Santa Fe de la Vera Cruz.
Se acercó al fútbol de la capital santafesina, pero no en Colón, sino en el Club Atlético Gimnasia y Esgrima de Ciudadela, donde se destacó como presidente de la subcomisión de fútbol. En 1940, AFA le ofrece a Gimnasia incorporarse a la entidad madre del fútbol argentino, ya que tenía un gran estadio y podía acompañar a Unión de Santa Fe en los torneos de Primera B de ascenso. Esta invitación era vista con mucho agrado por Ghiano, pero la decisión de los dirigentes de Gimnasia y Esgrima fue no aceptar la invitación, ya que todavía la deuda por la construcción del estadio era muy grande. Esta determinación, lejos del progresista ímpetu de Ghiano hizo que se alejara de su cargo en el club “mens sana”.
En 1941 lo interesaron para que se acercara a Colón para ayudar a los dirigentes del club, en las gestiones que se realizaban con miras a la construcción del estadio. Debido a su destacado desenvolvimiento y a la habilidad que demostró en el logro de beneficios para la institución, Ghiano se convirtió en un candidato casi natural a la presidencia del club. Así ganó las elecciones, sin oposición, del 20 de Diciembre de 1942 para conducir los destinos de Colón. En ese momento nadie imaginaba que se había elegido a quien se erigiría en el gestor responsable de sentar las bases de la pujante realidad institucional y deportiva que hoy exhibe el club.
Al hacerse cargo de la presidencia, el señor Frnacisco Ghiano dijo: …“el mejor patrimonio que tiene el Club Atlético Colón es su hinchada y juntos los llevaremos al sitial que merece entre los mejores del país”…
Desde el momento mismo que apareció en escena, se transformó en un referente de toda la dirigencia sabalera, un presidente ágil y operativo. Estas características propias de un líder, salieron a relucir al poco tiempo de estar al frente del club rojinegro. En el verano de 1943, se disputó un torneo nocturno en la cancha de Unión de Santa Fe y lo ganó Colón, con una destacada actuación de Antonio Saturnino “Tapón” Funes. Ghiano, que tenía una buena relación con la dirigencia de Rosario Central, le ofreció el jugador. Central aceptó adquirirlo por la suma de $6.000 pesos. Ese dinero fue destinado al relleno del terreno que Colón había adquirido el 2 de Marzo de 1939 con la presidencia de Horacio Sosa. Con el antecedente de "Tapón" Funes, Colón logró vender al equipo del sur provincial al arquero Raúl Tenuta, al zaguero Esteban Yebra y al wing izquierdo Rubén Marracino; a cambio recibió postes y alambres para el cerco olímpico y dinero que se emplearía para la construcción del tapial perimetral del predio. Posteriormente se le comprará a la entidad rosarina dos tribunas de hierro y madera. Más tarde se logra la venta del zaguero Francisco De Santis a Banfield.
Entre 1943 y 1944 se vendieron a Rosario Central los jugadores René Olivares, Luis Bravo, Ángel Gaetán y Rubén Sabotig. Con el dinero de estas ventas Colón logra terminar la construcción de una tribuna de cemento, debajo de la que se construyen vestuarios y a los extremos se colocan lss tribunas tubulares adquiridas a Central.
Francisco Ghiano poseía un carisma que lo convertía en un caudillo natural; era temperamental y extraordinariamente dinámico, como así también poseedor de una vibrante oratoria que lo transformaban en un dirigente nato. En resumen era un apasionado del club, un gran presidente y un gran laburante.
La presidencia (1943-1954) de Don Francisco Ghiano se caracterizó por ser un período próspero en la concreción de grandes proyectos que iban desde lo deportivo a lo institucional. Desde el inicio de su gestión, la posibilidad de la afiliación a la AFA fue una tarea constante y agotadora, que tuvo su recompensa el 30 de mayo de 1947, cuándo la asamblea general de la Asociación del Fútbol Argentino aceptó la petición de Colón. De esta manera quedó habilitado para disputar los partidos de la segunda división del Ascenso del torneo 1948.
Ghiano no sólo logró la afiliación de Colón a la AFA, sino que además inauguró la cancha en su sitio actual, las torres de iluminación que le permitieron disputar partidos en horario nocturno y la tribuna oficial de cemento con las plateas bajas. A nivel societario logró incrementar la cantidad de Socios de 150 en 1943 a 4000 en 1954; lo que no hacía más que demostrar, a las claras, el respaldo absoluto del colonista hacia una dirigencia comprometida, ejecutiva y ágil en la resolución de problemas.
Durante su presidencia, Colón logró mantener el invicto en su cancha por más de cuatro años y medio. Una racha que había comenzado con el primer partido que jugó Colón en forma oficial por un torneo de AFA en el empate 0 - 0 con Almagro, por la 2° fecha del Torneo de la Segunda División de Ascenso, el 9 de mayo de 1948 y concluyó con la derrota ante Quilmes el 8 de Diciembre de 1952, por 1 - 2.
Pero esto no era todo, ya que el equipo había logrado colocarse en los primeros puestos durante aquellos años, debutando con un tercer lugar en el año 1948, seguido por el subcampeonato en los años 1949, 1950 y 1951; y finalizando terceros en los años 1952 y 1954. Además, en 1950, se había hecho acreedor del torneo de Honor Juan Domingo Perón, disputado por todos los equipos de la B, al ganarle la final a Unión de Santa Fe. De la misma manera los logros deportivos también se observaban en el ámbito local, ya que club obtuvo el campeonato de la Liga en 1943, 1945, 1946 y 1947.
Finalmente extenuado por el desgaste propio de una dedicación absoluta a Colón y tras ganar cuatro elecciones consecutivas, presenta su renuncia indeclinable diciendo …”No he modificado mi actitud y mi renuncia tiene el carácter de irrevocable. Mi alejamiento, que es definitivo, lo motiva el estado de mi salud, que debo atender debidamente. Además, me siento cansado después de la larga labor que tuve que cumplir al frente de las gestiones del club. Solo aspiro a que se respete mi decisión”… Muchos allegados intentaron evitar esta determinación pero finalmente la CD acepta su dimisión el 7 de octubre de 1954.
Francisco Ghiano fue fundamental en la vida dirigencial de Colón, vital para el resurgir del club, que se encontraba en una situación económica complicada. Fue el iniciador de un crecimiento institucional a un nivel nunca antes experimentado por los otrora “Gauchos de Sunchales”. Ese espíritu de avanzada se percibía a cada instante y sin detenerse un instante, como por ejemplo cuando luego de lograr la iluminación del estadio, se había propuesto otro objetivo …“trabajaremos para la construcción de un gran estadio, con capacidad para 45.000 personas”… Ghiano no lo pudo concretar, pero la semilla había prendido, las raíces comenzaban a crecer fuertes y bien afianzadas… se estaba gestando algo grande que con el tiempo cosecharía los frutos.
Francisco Ghiano fue un revolucionario en la vida institucional del club. Llegó proveniente de Rosario por razones laborales, ya que era Jefe de la Policía Caminera de la Provincia y se afincó en Santa Fe de la Vera Cruz.
Se acercó al fútbol de la capital santafesina, pero no en Colón, sino en el Club Atlético Gimnasia y Esgrima de Ciudadela, donde se destacó como presidente de la subcomisión de fútbol. En 1940, AFA le ofrece a Gimnasia incorporarse a la entidad madre del fútbol argentino, ya que tenía un gran estadio y podía acompañar a Unión de Santa Fe en los torneos de Primera B de ascenso. Esta invitación era vista con mucho agrado por Ghiano, pero la decisión de los dirigentes de Gimnasia y Esgrima fue no aceptar la invitación, ya que todavía la deuda por la construcción del estadio era muy grande. Esta determinación, lejos del progresista ímpetu de Ghiano hizo que se alejara de su cargo en el club “mens sana”.
En 1941 lo interesaron para que se acercara a Colón para ayudar a los dirigentes del club, en las gestiones que se realizaban con miras a la construcción del estadio. Debido a su destacado desenvolvimiento y a la habilidad que demostró en el logro de beneficios para la institución, Ghiano se convirtió en un candidato casi natural a la presidencia del club. Así ganó las elecciones, sin oposición, del 20 de Diciembre de 1942 para conducir los destinos de Colón. En ese momento nadie imaginaba que se había elegido a quien se erigiría en el gestor responsable de sentar las bases de la pujante realidad institucional y deportiva que hoy exhibe el club.
Al hacerse cargo de la presidencia, el señor Frnacisco Ghiano dijo: …“el mejor patrimonio que tiene el Club Atlético Colón es su hinchada y juntos los llevaremos al sitial que merece entre los mejores del país”…
Desde el momento mismo que apareció en escena, se transformó en un referente de toda la dirigencia sabalera, un presidente ágil y operativo. Estas características propias de un líder, salieron a relucir al poco tiempo de estar al frente del club rojinegro. En el verano de 1943, se disputó un torneo nocturno en la cancha de Unión de Santa Fe y lo ganó Colón, con una destacada actuación de Antonio Saturnino “Tapón” Funes. Ghiano, que tenía una buena relación con la dirigencia de Rosario Central, le ofreció el jugador. Central aceptó adquirirlo por la suma de $6.000 pesos. Ese dinero fue destinado al relleno del terreno que Colón había adquirido el 2 de Marzo de 1939 con la presidencia de Horacio Sosa. Con el antecedente de "Tapón" Funes, Colón logró vender al equipo del sur provincial al arquero Raúl Tenuta, al zaguero Esteban Yebra y al wing izquierdo Rubén Marracino; a cambio recibió postes y alambres para el cerco olímpico y dinero que se emplearía para la construcción del tapial perimetral del predio. Posteriormente se le comprará a la entidad rosarina dos tribunas de hierro y madera. Más tarde se logra la venta del zaguero Francisco De Santis a Banfield.
Entre 1943 y 1944 se vendieron a Rosario Central los jugadores René Olivares, Luis Bravo, Ángel Gaetán y Rubén Sabotig. Con el dinero de estas ventas Colón logra terminar la construcción de una tribuna de cemento, debajo de la que se construyen vestuarios y a los extremos se colocan lss tribunas tubulares adquiridas a Central.
Francisco Ghiano poseía un carisma que lo convertía en un caudillo natural; era temperamental y extraordinariamente dinámico, como así también poseedor de una vibrante oratoria que lo transformaban en un dirigente nato. En resumen era un apasionado del club, un gran presidente y un gran laburante.
La presidencia (1943-1954) de Don Francisco Ghiano se caracterizó por ser un período próspero en la concreción de grandes proyectos que iban desde lo deportivo a lo institucional. Desde el inicio de su gestión, la posibilidad de la afiliación a la AFA fue una tarea constante y agotadora, que tuvo su recompensa el 30 de mayo de 1947, cuándo la asamblea general de la Asociación del Fútbol Argentino aceptó la petición de Colón. De esta manera quedó habilitado para disputar los partidos de la segunda división del Ascenso del torneo 1948.
Ghiano no sólo logró la afiliación de Colón a la AFA, sino que además inauguró la cancha en su sitio actual, las torres de iluminación que le permitieron disputar partidos en horario nocturno y la tribuna oficial de cemento con las plateas bajas. A nivel societario logró incrementar la cantidad de Socios de 150 en 1943 a 4000 en 1954; lo que no hacía más que demostrar, a las claras, el respaldo absoluto del colonista hacia una dirigencia comprometida, ejecutiva y ágil en la resolución de problemas.
Durante su presidencia, Colón logró mantener el invicto en su cancha por más de cuatro años y medio. Una racha que había comenzado con el primer partido que jugó Colón en forma oficial por un torneo de AFA en el empate 0 - 0 con Almagro, por la 2° fecha del Torneo de la Segunda División de Ascenso, el 9 de mayo de 1948 y concluyó con la derrota ante Quilmes el 8 de Diciembre de 1952, por 1 - 2.
Pero esto no era todo, ya que el equipo había logrado colocarse en los primeros puestos durante aquellos años, debutando con un tercer lugar en el año 1948, seguido por el subcampeonato en los años 1949, 1950 y 1951; y finalizando terceros en los años 1952 y 1954. Además, en 1950, se había hecho acreedor del torneo de Honor Juan Domingo Perón, disputado por todos los equipos de la B, al ganarle la final a Unión de Santa Fe. De la misma manera los logros deportivos también se observaban en el ámbito local, ya que club obtuvo el campeonato de la Liga en 1943, 1945, 1946 y 1947.
Finalmente extenuado por el desgaste propio de una dedicación absoluta a Colón y tras ganar cuatro elecciones consecutivas, presenta su renuncia indeclinable diciendo …”No he modificado mi actitud y mi renuncia tiene el carácter de irrevocable. Mi alejamiento, que es definitivo, lo motiva el estado de mi salud, que debo atender debidamente. Además, me siento cansado después de la larga labor que tuve que cumplir al frente de las gestiones del club. Solo aspiro a que se respete mi decisión”… Muchos allegados intentaron evitar esta determinación pero finalmente la CD acepta su dimisión el 7 de octubre de 1954.
Francisco Ghiano fue fundamental en la vida dirigencial de Colón, vital para el resurgir del club, que se encontraba en una situación económica complicada. Fue el iniciador de un crecimiento institucional a un nivel nunca antes experimentado por los otrora “Gauchos de Sunchales”. Ese espíritu de avanzada se percibía a cada instante y sin detenerse un instante, como por ejemplo cuando luego de lograr la iluminación del estadio, se había propuesto otro objetivo …“trabajaremos para la construcción de un gran estadio, con capacidad para 45.000 personas”… Ghiano no lo pudo concretar, pero la semilla había prendido, las raíces comenzaban a crecer fuertes y bien afianzadas… se estaba gestando algo grande que con el tiempo cosecharía los frutos.
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