El back Ramón "Moncho" Astudillo, fue el primer Sabalero en formar parte de un plantel mundialista.
La noticia es una de las más importantes que se conocieron en el fútbol santafesino en los últimos tiempos. Desde el momento que Diego Armando Maradona, técnico de la Selección Nacional, confirmó que Diego Pozo y Ariel Garcé formarían parte del seleccionado argentino que participaría del Mundial de Sudáfrica, se comenzó a escribir un capítulo importante en la historia de Colón y de Santa Fe de la Vera Cruz.
Hubo que esperar 76 años, para que un jugador de alguno de los clubes de esta ciudad fuera convocado al torneo más importante del planeta. El antecedente al que nos referimos es del Mundial de Italia 1934, cuando un jugador de Colón y dos jugadores de Unión de Santa Fe, participaron de aquel certamen. Los dos Tatengues jugaron el único partido de Argentina en ese Mundial e incluso uno de ellos marcó un gol. Ese partido se jugó el 27 de mayo de 1934 en el estadio Littoriale, de la ciudad de Bolonia. Belis y Galateo marcaron los goles argentinos, que estuvo dos veces en ventaja.
De todas maneras, hay un detalle a tener en cuenta: a esa Copa del Mundo viajaron futbolistas amateurs, ya que los profesionales se negaron a viajar, por lo que Diego Raúl Pozo y Ariel Hernán Garcé son los primeros futbolistas profesionales que, estando en Colón o Unión, son convocados a un Mundial.
Aquellos eran otros tiempos, con un profesionalismo precario en el país y con un amateurismo pleno en nuestra ciudad, a tal punto que recién en 1940 se iniciaría el camino profesional en Santa Fe.
Haciendo un poco de memoria, el fútbol nacional estaba muy convulsionado a comienzos de la década del ´30. El advenimiento del profesionalismo (1931) provocó una división del fútbol mayor; y por eso coexistían la "Liga Argentina de Football" (profesional) y la "Asociación Argentina de Football Amateurs y Profesionales" (amateur). Ante la negativa de los clubes de ceder a sus jugadores profesionales la Argentina debió presentar una formación integrada solamente por futbolistas provenientes de la Asociación Amateur, entidad que estaba afiliada a la FIFA, para participar en el Campeonato Mundial que se desarrolló en Italia en 1934; el segundo de la historia.
Como mencionábamos anteriormente, tres futbolistas del medio local integraron la numerosa delegación que debió realizar el viaje en el vapor Neptunia, tras una larga travesía de 17 días. Se trataba de Ramón “Moncho” Astudillo defensor de Colón y los jugadores de Unión de Santa Fe Alberto Galateo (vol.) y Federico Wilde (del.). La nómina la completaban: Ernesto Albarracín (del. Sportivo Bs. As.), Ernesto Belis (def. Def. de Belgrano), Enrique Chimento (def. Barrancas Central), Alfredo Devicenzi (del. Estudiantil Porteño), Héctor Fraschi (arq. Sarmiento, Chaco), Angel Grippa (arq. Sportivo Alsina), Roberto Irañeta (del. Gimnasia y Esgrima, Mendoza), Luis Izeta (del. Def. de Belgrano), Arcadio Julio López (def. Sportivo Bs. As.), Alfonso Lorenzo (del. Barrancas Central), José Eduardo Nehín (def. Sportivo Desamparados, San Juan), Juan Pedevilla (del. Estudiantil Porteño), Francisco Pérez (del. Estudiantil Porteño), Francisco Rúa (del. Dock Sud) y el paraguayo nacionalizado argentino, Constantino Urbieta Sosa (vol. Godoy Cruz, Mendoza) único extranjero convocado a la Selección Nacional en toda la historia. El cargo de director técnico fue ocupado por el italiano Felipe Pascucci.
Si hacemos una búsqueda minuciosa de Sabaleros vestidos de celeste y blanco, representando a la Albiceleste en Torneos Oficiales, nos debemos remontar a los comienzos del pasado siglo XX:
En 1924 el primer jugador Sabalero y santafesino que vistió la camiseta de la Selección Nacional fue Tomás "Macho" Loyarte, jugó los tres partidos que disputó el seleccionado argentino en el Campeonato Sudamericano de 1924: La formación del seleccionado era: Américo Miguel Tesoriere - Ludovico Bidoglio, Florindo Bearzotti - Ángel Segundo Médici, Roberto Cochrane, Emilio Solari - Domingo Alberto Tarasconi, Tomás Loyarte, Gabino Sosa, Manuel Seoane, Cesáreo Juan Onzari. Loyarte fue el primer representante de un equipo de la ciudad que integró la Selección Nacional.
En 1925, Martín “Pirincho” Sánchez, integró el equipo albiceleste que se adjudicó el Campeonato Sudamericano. Anotó el segundo gol del partido que se le ganó a Paraguay y tuvo una actuación descollante en la goleada frente a la Selección de Brasil 4-1. En total jugó 3 partidos del Campeonato Sudamericano de 1925. La integración base de aquella selección era: Américo Miguel Tesoriere - Ludovico Bidoglio, Ramón Orlando Muttis - Ángel Segundo Médici, Luis Vaccaro, Mario Fortunato - Domingo Alberto Tarasconi, Martín Sánchez, Juan Carlos Irurieta, Manuel Seoane, Juan Bianchi.
En 1929, Juan Antonio "Capitán Orejas" Rivarola (jugo en Colón entre los años 1926-1930 y 1936-40) disputó 5 partidos en el “Campeonato Sudamericano de 1929 que se desarrollo en Buenos Aires. Aquel equipo jugo con la siguiente formación base: Ángel Bossio; Oscar Tarrío y Fernando Paternoster, Juan Evaristo, Adolfo Bernabé Zumelzú y Rodolfo Orlandini, Carlos Desiderio Peucelle, Juan Antonio Rivarola, Manuel “Nolo” Ferreira, Manuel Seoane y Mario Evaristo.
Estudiantes, Liverpool de Inglaterra y el Inter de Italia junto a Colón son los únicos cuatro clubes del mundo que le aportan dos jugadores cada uno a la Selección Argentina. Ni Boca, ni River, ni San Lorenzo, Racing o Independiente pueden contar hoy con ese “placer” de sentirse plenamente representado en la selección en tan magna cita. Ésta es otra prueba evidente de cómo ha cambiado el mapa futbolístico en la Argentina. No se nota exclusivamente en los títulos logrados por Banfield y Argentinos Juniors en esta temporada, sino también en este detalle: Colón y Estudiantes son los clubes argentinos que mayor cantidad de jugadores le aportan a la selección para un Mundial
6 comentarios:
Te felicito por la nota ¡Bravo!
Gracias Néstor. Un abrazo.
Muy interesante la nota, Germán, yo también te felicito. Simplemente te aclaro que los halves como Arcadio López o Nehín no eran "volantes", sino defensores. Jugaban marcando al ala rival compuesta por puntero e insider de su sector. Es decir, el half derecho marcaba al insider y puntero izquierdos, y viceversa. Y sí, un jugador marcaba a dos del rival. Aunque por supuesto contaba con la ayuda de uno de los dos zagueros centrales que entonces tenían los equipos, o bien del "centrojás" que sí era algo así como un volante central. Pero los "jases" no eran volantes y la mayoría de hecho cruzaban en muy contadas ocasiones la mitad de cancha. Otra cosita, aunque supongo que fue un error de tipeo: era Paternoster, no "Pasternoster". Saludos y felicitaciones por tu excelente blog. Y seguí actualizando el Diccionario, que comenzó muy bien pero puede tener muchísima más data. Aunque viendo como laburás seguro la va a tener.
Gracias Esteban por el aporte. Uno aprende en todo momento. Es un orgullo enorme tener tu visita en mi blog. Ya corrijo las aclaraciones, siempre se aprende algo nuevo. Un abrazo
Excelente Germán, segui para adelante!!!!
Hola Juan Pablo... muchas gracias. Un abrazo
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